Iniciar Sesión o Registrar
Para marcar un libro como favorito primero debe iniciar sesión
—Rufus, te amo —dijo Patty. Rufus Carmichael se sentó vivamente de ágil salto en la cama y quedó mirando, estupefacto, a la rubita y preciosa muchacha de ojos azules que la compartía con él. —¡Caracoles! —exclamó—. ¡Qué me dices! Patty se quedó a su vez mirando con gesto de asombro al no menos guapo Rufus Carmichael. A sus treinta años, alto, atlético, pelirrojo, con los ojos de un tono verde claro, Rufus Carmichael era sin duda alguna, un despampanante ejemplar masculino.
Para marcar un libro como favorito primero debe iniciar sesión