Iniciar Sesión o Registrar
Para marcar un libro como favorito primero debe iniciar sesión
—Necesito un granuja —dijo Mary Robbins. Su abuelo, Spencer Robbins, dio un respingo. —¿Para qué necesitas un granuja? —Para casarme con él. —Mary, ¿te has vuelto loca? —Nunca he estado más cuerda, abuelo. —Entonces, es que te ha dado el sol demasiado.
Para marcar un libro como favorito primero debe iniciar sesión