Iniciar Sesión o Registrar
Para marcar un libro como favorito primero debe iniciar sesión
Irene, Irene de mi vida A otra con esas palabritas, Cosme. Yo no leo novelas. Pero, Irene Lo dicho, Cosme. Detesto las palabritas almibaradas. Yo te quiero Y el pobre Cosme Prida, de profesión holgazán, puso expresión desolada. Irene ni se preocupó de mirarlo. En aquel momento llamaba su atención un camión monumental, cargado de ladrillos, que atravesaba la ancha calle impidiendo el paso a los peatones.
Para marcar un libro como favorito primero debe iniciar sesión