Iniciar Sesión o Registrar
Para marcar un libro como favorito primero debe iniciar sesión
El anciano caminaba muy despacio a lo largo del alfombrado pasillo del hotel, apoyándose en un bastón de ébano, para sustituir en lo posible la escasa fuerza de sus gastadas piernas. Tenía el pelo completamente blanco y en el frondoso bigote no había una sola hebra negra o de color. Usaba lentes con cerco de oro y, de vez en cuando, se detenía para emitir una tos cascada, que denotaba el mal estado de su aparato respiratorio.
Para marcar un libro como favorito primero debe iniciar sesión