Iniciar Sesión o Registrar
Para marcar un libro como favorito primero debe iniciar sesión
—ESE es Johnny Tucson. Con indiferencia, «Diamantes» Langstrom alzó un segundo la mirada. Vio pasar al hombre. Luego, estudió, con las cejas arqueadas, a sus dos oponentes. —Bueno, dejen a Tucson y atiendan a sus cartas — refunfuñó—. He dicho que cinco mil. ¿Aceptan, amigos? Los dos se miraron. Ni Tracy ni Clint Barrow parecían muy resueltos. Una voz angustiada llegó de detrás de ambos jugadores, como advirtiéndoles a tiempo: —¡No sigáis! ¡No, Tracy! ¡Clint, tú eres el mayor!… ¡Volved a vuestra razón! ¡Perdéis ya mucho! ¡No sigáis…!
Para marcar un libro como favorito primero debe iniciar sesión