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Esta es la historia de Violetta y Dorabella, hermanas mellizas que nunca habían sido separadas. Dorabella decía que existía un cordón que las mantenía unidas, tan fino que nadie lo podía ver, un lazo invisible que se mantendría incluso después de la muerte. Transcurría la década de los treinta. Las hermanas se habían ido de vacaciones a Alemania, donde Dorabella se enamoraría de Dermot Tregarland. Allí, fueron testigos dg un terrible incidente que afectaría profundamente a Violetta. Al regreso de esas vacaciones, nada volvería a ser igual en sus vidas. Dermot y Dorabella se casaron y se fueron a vivir a la antigua mansión de los Tregarland en la costa de Cornualles. Era la primera vez que las hermanas se separaban. Al poco tiempo, Violetta fue a visitar a Dorabella a su nueva casa y sintió que en aquel lugar ocurría algo extraño. Dermot, alegre y despreocupado durante su estancia en Alemania, había cambiado. La supersticiosa gente de campo hablaba de la vieja enemistad entre los Tregarland y sus vecinos, así como de una misteriosa muerte ocurrida años atrás. Violetta sabía que ella y su hermana corría peligro. La razón se encontraba detrás de las extrañas leyendas que rondaban en torno a la familia Tregarland...