Iniciar Sesión o Registrar
Para marcar un libro como favorito primero debe iniciar sesión
Mimi Rosales fumaba recostada en el canapé confundida con cojines. Tenía un martini con hielo reposando en la mesa redonda cercana al canapé. Contemplaba distraída el conjunto del mobiliario. Era muy conocido. Tanto que lo palpaba desde hacía seis meses cada mañana y cada noche. Por tanto nada resultaba sorprendente. Las mismas paredes, casi materialmente cubiertas con pósters. Las mismas figuritas en espera de restauración en las estanterías. La cristalera, especie de biombo, separando su vivienda pequeña, del estudio enorme, rodeado de aquellos ventanales que en su cornisa casi rozaban los bajos techos.
Para marcar un libro como favorito primero debe iniciar sesión