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El abogado Jose Alberto Benítez es un hombre de habitos: su revoltillo de raya y aji dulce, la respiración de su mujer en la otra mitad de cama, las tertulias en la plaza bolívar de la asunción con su amigo psiquiatra Pedro Boadas. De vez en cuando, algún cliente necesita que haga un viaje a Caracas, de esos de bus en el aeropuerto y hotel en el centro, de arepa de luncheria y un par de libros que rescata del polvo de los buhoneros. Pero esta vez, es llamado a la capital a todo lujo y para un encargo solito: un antiguo compañero de estudios lo contrata para que averigue la muerte de la esposa de uno de los hombres mas ricos del país. El caso es particularmente difícil porque la victima es una antigua Miss Venezuela que el paos amaba. Este país que en esta novela de realización impecable se ve a través el rey de la belleza que organiza el concurso, los magnates que ahora quieren hacer ese certamen a una escala global, el jefe de policía que, sin escrúpulo alguno, mete preso a un inocente, y la dirigente marxista que solo concibe la belleza femenina si exalta a los oprimidos por la burgesia. Con esta nueva novela, Francisco Suniaga completa la trilogía margariteña, que empezó con la celebrada La otra isla y siguió con esta gente, y que ahora emerge como uno de los mas logrados proyectos narrativos de la literatura venezolana.